jueves, 14 de octubre de 2010

Himno de Madre de Dios

Letra : Domingo Troncoso Mendoza
Música: Jaime Piña Porteza

Coro

Cantemos hermanos, con cálida voz,
Un canto vibrante de amor y esperanza
Un himno sincero y lleno de alabanza
A la noble tierra de Madre de Dios. 

Estrofas:

Del incario hacia el oriente,
Trasmontando el ande frío,
Las huestes del Inca Yupanqui
Llegaron a nuestro río.
Los andinos precursores
Tierra de lucha encontraron,
Fueron hombres superiores,
Y no en vano se inmolaron.
Gloria a los bravos pioneros
Plenos de audacia y valor
Y a los nobles misioneros
Con su mensaje de amor.
Sin razón casi olvidado
A lo largo de tu historia,
Hoy asoma la alborada
Y con ella tu victoria
Y al conjuro de tu nombre,
Con fervor y con porfía,
Va forjándose aquí el hombre
Que en tu porvenir confía.
Paz, abundancia, armonía,
Encuentra en ti la nación
Nunca nos negó María, su
Maternal bendición.

Coro
martes, 18 de mayo de 2010

Reserva Nacional de Tambopata

La Reserva Nacional Tambopata, es un área natural protegida por el estado con el objetivo de proteger la flora y fauna silvestre y la belleza paisajística de una muestra de selva húmeda sub tropical. Se encuentra ubicada al sur del Río Madre de Dios en los distritos de Tambopata e Inambari de la provincia de Tambopata sobre una superficie de 278 284 hectáreas. La Reserva limita por el Norte con la provincia de Tambopata del departamento de Madre de Dios; por el Este con Bolivia; por el Sur con el Parque Nacional Bahuaja Sonene; y por el Oeste con la Comunidad Nativa de Kotsimba.




El clima corresponde al de bosque subtropical, húmedos o muy húmedo con una temperatura media anual de 26ºC, fluctuando entre los 10ºC y los 38ºC. Las temperaturas bajas están asociadas a la presencia de vientos fríos que llegan del antártico a través de los Andes. La presencia de vientos fríos determina la ocurrencia de lo que se denomina en Madre de Dios como “friaje” que es el descenso de la temperatura con días de cielo cubierto asociados a lloviznas persistentes, el friaje tiene una duración de dos a tres días aunque ocasionalmente, estos eventos ocurre con mayor intensidad – frecuencia - en los meses de junio y julio. Las temperaturas máximas llegan a los 38ºC y ocurren regularmente en los meses de setiembre a octubre. La precipitación anual oscila entre 1600 a 2400 mm marcando dos épocas por la frecuencia y cantidad de precipitación: una época seca entre abril y diciembre, y una época de lluvias en los meses de enero a marzo, aunque los límites temporales son variables.




Al igual que el Parque Nacional del Manu, la Reserva Nacional Tambopata protege una gran diversidad de paisajes y vida silvestre, incluyendo cochas con garzas, martin pescador, caimanes y nutrias gigantes, espectaculares caídas de agua, increíbles collpas de arcillas visitadas por cientos de guacamayos, monos y tapires; pantanos llenos de palmeras donde anidan diferentes aves, ríos con playas de arena blanca para acampar. Todas estas maravillas atraen a los turistas, científicos y fotógrafos de la vida silvestre. Aquí es posible observar grupos de animales raros como el Lobo de Río, Sajíno, Anaconda, Jaguar, Ocelote, Paujil, etc. qué todavía llevan una existencia tranquila. La avifauna de la Reserva Nacional de Tambopata, es increíblemente rica, podemos observar especies como la llamativa espátula rosada, el cóndor de la selva, el aguíla arpía, y por lo menos 14 especies de garzas que se pueden apreciar en el curso del río o en el bosque. En total son aproximadamente 590 especies; es decir, más especies de las que se puede encontrar en todo el territorio de los EE.UU.




La región de Tambopata - Candamo posee varios récords mundiales en flora y fauna de la región: 545 especies de aves en solo 5,500 ha. 1122 especies de mariposas, 151 especies de libélulas, y 29 especies de escarabajos tigre. Sin embargo fueron las espectaculares collpas del río alto Tambopata que han hecho famosa a la Reserva Nacional Tambopata. La "Collpa" es un nombre quechua de los lugares en que muchas especies de animales se congregan para comer sales minerales del suelo. Algunos científicos creen que este comportamiento complementa la dieta de estos animales, y otros piensan que la ingestión de suelo reduce los efectos tóxicos de algunos frutos silvestres y semillas. Las especies más comunes vistas en estos lugares son el guacamayo azul y oro, escarlata, rojo y verde también loros de cabeza azul y periquitos.




La Reserva Nacional de Tambopata ha sido objeto de numerosos documentales de televisión y en los últimos años varios albergues se ubicaron en la zona. Estos albergues organizan programas que incluyen caminatas, observación de aves y animales, además de dar a conocer a los visitantes la variada flora. En esta región, una persona puede caminar una milla a través de la selva y nunca encontrar dos árboles de la misma especie. Durante las caminatas, entre los frondosos bosques de árboles enormes, los expertos van demostrando la riqueza de la zona y en muchas oportunidades pueden apreciarse mamíferos como el oso perezoso, tigrillos y sachavacas, entre otros. También puede visitar el prístino Lago Sandoval. La aventura más intensa es observar en la noche desde las pequeñas canoas a los caimanes.




Existen varias vías de acceso para llegar al área protegida. Vía aérea desde la ciudad de Cusco a la ciudad de Puerto Maldonado, capital de la provincia de Tambopata y capital del departamento de Madre de Dios, donde existe un aeropuerto al que llegan vuelos comerciales diariamente. Por vía terrestre, desde la ciudad del Cusco por la carretera a Puerto Maldonado hacia la zona norte del área protegida. En el departamento de Puno desde la ciudad de Juliaca hasta Putina Punko hacia la zona sur del área protegida y desde Juliaca también pasando por San Gabán hasta el río Inambari. El acceso por vía fluvial se lleva a cabo a través de los ríos Madre de Dios y Tambopata en botes por estar a 40 km. de Puerto Maldonado y a 3 horas surcando en canoa a motor por el río Tambopata, Malinowski, La Torre, Tavara y Candamo. Desde Bolivia hay acceso fluvial por el río Madre de Dios y Heath.

Parque Nacional del Manu

El Parque Nacional del Manu, ubicado en los departamentos de Cusco y Madre de Dios, con una superficie de de 1 532 806 ha, es el segundo en superficie en el Perú después del Parque Nacional Alto Purús, y uno de los primeros en el mundo por su megadiversidad. Es así mismo uno de los bancos genéticos más importantes del mundo. De acuerdo a su reciente Plan de Manejo, contiene más de 3,500 especies de plantas registradas, buena parte de ellas aún no identificadas. El catálogo de la fauna del Manu es impresionante: 160 especies de mamíferos, un poco más de 800 especies de aves, 140 especies de anfibios, 50 especies de serpientes, 40 de lagartijas, 6 de tortugas, 3 de caimanes y 210 especies de peces. Es posible ver aves muy difíciles de encontrar en otros lugares de la selva como águila arpía, Jabirú y espátula rosada. Así mismo, tiene poblaciones de ciertas especies amenazadas de extinción como ganso selvático, gallito de las rocas, choro, maquisapa negro, lobo de río, jaguar, tigrillo, oso de anteojos y taruca entre otras.




Este parque, como pocos en el mundo, alberga en su ámbito una enorme diversidad de ecosistemas, desde pastizales de puna por encima de los 4 mil metros de altura sobre el nivel del mar, pasando por bosques tropicales lluviosos, hasta los bosques de neblina. Todo este universo regado y atravesado por un complejo sistema hidrográfico donde el río Manu, afluente del río Madre de Dios, es una subcuenca especie de matriz nutricia de este paraíso de la naturaleza. El río Alto Madre de Dios es un río endiablado en el verano. Parece una escalera de agua encrespada descendiendo sobre bancos de arena y piedras. En un río así, sólo los indígenas son capaces de hacer llegar a buen puerto a las canoas y los botes. Sólo ellos conocen no sólo el curso y el canal secreto e invisible de este río, sino también sus trampas y sus caprichos, como todos los ríos jóvenes de la Amazonía, meádricos, cambiantes, movedizos y poderosos.




El manu tiene un enorme patrimonio cultural y humano conformado por las poblaciones indígenas principalmente machigüenga, que habitan al interior del Parque en las Comunidades de Tayacomé, Yomibato y Huachipaeri de Santa Rosa de Huacaria. Entre las poblaciones poco contactadas tenemos: grupo de los Nahuas, que se ubican en las inmediaciones del río Cashpajali y entre las poblaciones no contactadas tenemos: al grupo Kugapacori, que se ubican en las inmediaciones del río Mameria, o grupos que se desplazan en los inmensos bosques del Parque siguiendo los ciclos biológicos de la naturaleza para su supervivencia, y que a veces pueden ser furtivamente observados en las playas, inocentes en su desnudez natural como en el primer día de la creación, lo más parecido y cercano a la visión y percepción del bíblico paraíso terrenal.




Probablemente el Parque Nacional del Manu sea uno de los pocos lugares en la cuenca amazónica donde todavía es posible ver caminando apaciblemente en las playas a uno de estos grupos no contactados, o a un hermoso ejemplar de otorongo (Pantera onca). Sin embargo pese a su extraordinaria importancia, el Parque Nacional del Manu es un paraíso amenazado. Al contrario de lo que podría pensarse, la peor y más grave amenaza no proviene tanto de los extractores ilegales de caoba, de los buscadores de tesoros que cada cierto tiempo penetran clandestinamente en la mítica cordillera del Pantiacolla donde, se supone, está “El Paititi,”o de los sembradores de coca en Pilcopata y de los campesinos que queman los pastizales de la puna de Acjanaco. No. La peor y más peligrosa amenaza se origina en la minería (gas y petróleo). Recientemente se está manejando la posibilidad de concesionar varios yacimientos, olvidándose irresponsablemente de lo que significa para el Perú del siglo XXI su biodiversidad, su invalorable stock genético, su mayor y verdadera renta estratégica en la economía global del Tercer Milenio.




El Manu es una de las pocas selvas tropicales naturales que quedan en el mundo y esta autenticidad y naturalidad es su mayor atractivo turístico. Hoy el Parque es muy visitado por turistas de todo el mundo que desean encontrar un destino que aun no ha sido alterado por las manos del hombre. Fue declarado por la UNESCO Reserva de la Biósfera y Patrimonio de la Humanidad, en 1987. Debemos mencionar también, que contiene restos arqueológicos aún no estudiados y otros conocidos como los Petroglifos de Pusharo, en la región del río Palotoa y las ruinas de Mameria.




Se recomienda viajar siempre con repelente para insectos, loción protectora solar, y camisas de manga larga así como pantalones largos para evitar las picaduras de insectos. La vacuna contra la fiebre amarilla es obligatoria. Se aconseja así mismo contratar los servicios de una empresa con experiencia en la región o buscar el apoyo de guarda parques o guías locales. El servicio de guías no tiene un costo elevado y permite disfrutar de sus conocimientos y de la hospitalidad de la gente local. La estancia recomendada es de siete u ocho días, tiempo aproximado requerido para observar una buena muestra representativa de las especies de fauna silvestre de la zona.




El acceso al Parque Nacional del Manu se realiza por vía terrestre, aérea y fluvial. Por vía terrestre: Cusco - Shintuya, 12 horas promedio en camioneta. Por vía aérea: Vuelos especiales en avioneta, en las rutas: Cusco - Boca Manu (45 minutos) y Pto. Maldonado - Boca Manu (55 minutos). Por vía fluvial: partiendo de Atalaya, Shintuya o Boca Manu (1,5 días y seis horas respectivamente).

Parque nacional de Bahuaja Sonene

El Parque nacional de Bahuaja Sonene fue declarado en 2002 por la National Geographic Society como uno de los siete santuarios más emblemáticos del mundo, y se ubica al sudeste del Perú, en las provincias de Sandia y Carabaya de la Región Puno y Tambopata de Madre de Dios. Es recorrido por el río Tambopata en el occidente y por el oriente por el río Heath frontera natural con Bolivia. Su clima es subtropical, cálido y húmedo, su temperatura máxima anual es de 25 a 30ºC, la época de lluvias se da entre diciembre a marzo. La temperatura baja es de 14 a 16º C condicionada por los fríos vientos antárticos que llegan en intervalos por los andes desde Mayo a Julio, la precipitación fluvial oscila entre los 1,600 a 2,400 mm.




Bahuaja Sonene son palabras usadas por la etnia Ese’eja para nombrar los ríos Tambopata y Heath. El Parque es habitado desde 3 mil a 4 mil años en las cabeceras de las cuencas de los ríos Tambopata, Heath, Madidi y Beni. Ha sido, en distintas épocas, un importante centro de explotación de caucho, madera, oro y petróleo. Cabe destacar que la etnia Ese’eja casi se extingue durante el boom del caucho de principios del siglo pasado. Actualmente dos de las principales actividades económicas de la zona son el ecoturismo y la extracción de castañas. Hoy este tesoro de la naturaleza es uno de los últimos bosques del mundo que alberga una diversidad biológica tan grande.




Las especies de flora son variadas, en la montaña se caracterizan por la presencia de bosques enanos, ricos en arbustos y árboles pequeños de las familias Clusiaceae, Rubiaceae y Myrsinaceae. Los bosques en las terrazas y colinas son dominados por palmeras y árboles de la familia Euphorbiaceae. En el centro de las Pampas del río Heath y en algunos bosques se encuentra docenas de especies de gramíneas, arbustos y árboles como la palmera Mauritia flexuosa o aguaje. La Cuenca del Távara presenta flora típica de los bosques de llanura amazónica, dominando los árboles de la familia Bignoniaceae. En la cuenca del Tambopata hay dos especies de bambú y típicos bosques de llanos inundados, y gran densidad de plantas trepadoras. Existen más de 600 especies de aves (destacan los guacamayos), 174 de mamíferos, 100 de reptiles y anfibios, 1,200 de mariposas (tiene el récord mundial en cantidad de especies de mariposas), y 232 de peces. Algunos de estos peces son de vital importancia para el ecosistema, cumplen una función de limpieza del río Tambopata, y a lo largo de su recorrido, renuevan sus aguas.




Así mismo sólo para el sector del río Heath se han reportado 378 especies de aves, entre ellas el águila harpía (Harpya harpyja), el cóndor de selva (Sarcoramphus papa), la espátula rosada (Ajaia ajaja) y 7 especies de guacamayos. En mamíferos, se distingue el lobo de crin (Chrysocyon brachyurus), uno de los mayores caninos americanos, especie que se ha ido adaptando a los cambios de la naturaleza desarrollando largas extremidades para movilizarse en las zonas pantanosas. Otros mamíferos, como 3 especies de perros de monte (Speothos venaticus, Cerdocyon thous, Atelocynus microtis), el ciervo de los pantanos (Blastocerus dichotomus), la nutria gigante o lobo de río (Pteronura brasiliensis), el caimán negro (Melanosuchus niger) que alcanza 6 metros de longitud. En anfibios existen 5 ranas endémicas que pertenecen a las familias Hylidae, Dendrobatidae y Leptodactylidae. Es una maraña con numerosas cuencas y micro cuencas, como la del Heath, del Távara, del Tambopata y del Candamo, entre otras. Todo el Parque está plagado de cochas, pantanos y lagunas albergando la variada flora y fauna silvestre.




El Parque nacional de Bahuaja Sonene fue establecido como área natural protegida el 5 de septiembre del 2000, cuenta con una extensión de más de un millón de hectáreas. El 70% en la región de Puno y 30% en la región Madre de Dios. Sus objetivos son; la conservación de áreas de alta diversidad biológica y extraordinarias bellezas paisajísticas de la selva sur, la protección de especies nativas como el ciervo de los pantanos y el lobo de crin, y proteger los ecosistemas representativos como la sabana húmeda tropical en las Pampas del Heath. Existen algunos albergues en la zona con acomodaciones rústicas que proveen los servicios necesarios al turista.




Existen varias vías de acceso para llegar al área protegida. Vía aérea desde la ciudad de Cusco a la ciudad de Puerto Maldonado, capital de la provincia de Tambopata y capital del departamento de Madre de Dios, donde existe un aeropuerto al que llegan vuelos comerciales diariamente. Por vía terrestre, desde la ciudad del Cusco por la carretera a Puerto Maldonado hacia la zona norte del área protegida. En el departamento de Puno desde la ciudad de Juliaca hasta Putina Punko hacia la zona sur del área protegida y desde Juliaca pasando por San Gabán hasta el río Inambari. El acceso por vía fluvial se lleva a cabo a través de los ríos Madre de Dios y Tambopata en botes de poco calado. Desde Bolivia hay acceso fluvial por el río Madre de Dios y Heath.

Lago Sandoval

En el Amazonas peruano, al este de la cordillera Andina, hallamos un paraíso de la naturaleza, que se encuentra en la Reserva Nacional de Tambopata, el Lago Sandoval. Además de su exuberante vegetación, es un santuario de la fauna y una reserva de la biodiversidad con más de mil especies de aves. Existe un "Plan del Sitio Sandoval" como área protegida, en el que participa la Sociedad Zoológica de Frankfurt. Hay establecida una zona de protección y refugio para la fauna y se ha instalado una torre de observación que controla esta demarcación. La torre de observación está abierta gratuitamente a los visitantes de la Reserva, previa inscripción en el Centro de Interpretación que se encuentra en el camino de acceso al lago.



Este lago se ubica en la margen derecha del río Madre de Dios. Presenta una extensión de 3 km de longitud, un ancho de 1 km y una profundidad que va desde los 0,50 a 3 metros (127.45 Has.) La forma del lago es de media luna, su topografía presenta una suave ondulación. La temperatura promedio del agua es de 26 Cº. Las aguas del Sandoval, ricas en peces, están rodeadas de extensos aguajales -un ecosistema pantanoso donde crecen la palmera aguaje (Mauritia Flexuosa) y otros árboles exóticos, cuyas ramas caen hasta el propio lago. En el perímetro se observa una gran variedad de especies tales como orquídeas, platanillos, ungurahui, lupuna, caoba y palmeras mauritia de 30 m de alto.



El lago y sus alrededores sirven de hábitat para diferentes tipos de aves; entre ellas, destacan los patos silvestres (Cairina Moschata), una colorida especie de gallina salvaje con un moño de plumas en la cabeza, conocida como hoatzín (Opisthocomus Hoazin) y llamada también "shansho" por su desagradable olor; así mismo, se pueden observar tucanes y guacamayos. No se puede dejar de mencionar a los tapires (Tapirus Terrestris), las tortugas, las nutrias o "lobos de río" (Pteronura Brasiliensis) y diversas especies de lagartos, como el lagarto negro (Melanosuchus Niger).



Existe un sector en el lago donde la temperatura oscila entre los 20 ºC y 24 ºC ; aquí los visitantes pueden gozar de un refrescante baño, sin correr ningún peligro. Un recorrido en barca por el lago o estar apostados en las orillas pueden permitir ver la llegada por la tarde de bandadas de guacamayos que vienen a pasar la noche en el lugar. Al atardecer, al suavizarse las temperaturas, la vida en el lago se hace más intensa con sus 90 especies de murciélagos, 40 de batracios, 70 de grandes saltamontes y los felinos (jaguar, puma, ocelote y el margay).



Para muchos Sandoval es el más bello de los lagos amazónicos, y es un destino recomendado en la revista especializada Conde Nest. Está poblado por 5 familias de agricultores que se dedican al ecoturismo brindando servicio de hospedaje en unas de sus casas donde han adaptado un área para recibir pasajeros. También existe otro Lodge de mayor categoría y comodidades. Se localiza a unas dos horas de Puerto Maldonado y se accede a el por vía fluvial y posteriormente por un sendero de aproximadamente 4 km.

Collpa Guacamayos Chuncho

La gran Collpa de Guacamayos se encuentra ubicada en la Zona Reservada Tambopata – Candamo, margen izquierda del río Tambopata. Es reconocida mundialmente por su espectacularidad y considerada como la más grande de la Amazonía peruana, porque a ella concurren gran número de guacamayos, loros y periquitos. Todas las mañanas a las 6:00 a.m., después de los primeros rayos de sol, efectúan su ceremonia de revoloteo antes de iniciar el colpeo, que consiste en ingerir arcilla en el barranco del río. en bandadas, dependiendo de las especies. Luego con un aleteo y un chillido comienzan a aterrizar en el acantilado para consumir pequeñas porciones de arcilla. Generalmente las especies más pequeñas de loros (pericos de cabeza oscura, loros de cabeza azul, loros de mejillas naranjas) descienden primero, seguido por los guacamayos grandes (Guacamayos azul y amarillo, guacamayo escarlata, guacamayo rojo y verde, guacamayo de cabeza azul y el guacamayo de cabeza roja). En cualquier momento puede haber más de 500 pericos y guacamayos en la collpa. Luego de 25 a 30 minutos se irán retirando, para volver al día siguiente. También se han observado grupos de guacamayos a otras horas pero no es tan seguro y usualmente los grupos son más pequeños.




La Collpa de Guacamayos de Chuncho, debe ser vistada para entender la grandiosidad de su belleza. La razón precisa de este espectacular comportamiento esta aun en debate y está sujeto a investigaciones. Varias teorías sugieren que esta arcilla contiene sales vitales y minerales que son utilizadas en la dieta de las aves. Además se cree que las pequeñas partículas de arcilla sirven para desintoxicar la dieta de frutas de las aves. Muchas frutas y nueces especialmente cuando son inmaduras, se defienden de los depredadores utilizando abundantes tóxicos químicos. Las partículas de arcilla son suficientemente pequeñas para limpiar las toxinas del ave antes de que ingresen al cuerpo.




Se accede desde Puerto Maldonado en embarcación fuera de borda aproximadamente en 4 horas de viaje, surcando el río Tambopata. Normalmente se realiza una escala en uno de los Lodges del camino para pasar la noche.

Petroglifos de Pusharo

Desde hace varios años un sitio arqueológico enigmático, perdido en la selva amazónica peruana, es el centro de toda nuestra atención. Se trata de curiosos petroglifos señalados por primera vez en 1921 por el misionero dominico Vicente de Cenitagoya. No tienen ningún equivalente en el Perú. Sin embargo, son únicos. Los petroglifos de Pusharo constituyen un testimonio cultural sobresaliente de los pueblos amazónicos que habitaban la selva de los actuales departamentos de Cusco y Madre de Dios hace muchos siglos atrás. La gran concentración de signos grabados en un panel de dimensiones monumentales convierte a estos petroglifos en una de las manifestaciones de arte rupestre más importantes de la Amazonía peruana. A pesar de que el sitio es conocido desde hace más de ochenta años, recién fue reconocido en el 2003 como patrimonio arqueológico por el Instituto Nacional de Cultura del Perú.



Para muchos exploradores, buscadores de tesoros y seguidores de la corriente esotérica y mística, la zona de Pusharo y los grabados rupestres estarían relacionados con el legendario Paititi, por lo que desde hace varias décadas recibe la visita, sea ilegal o autorizada mediante un permiso especial de la Jefatura del Parque Nacional del Manu, de grupos extranjeros o nacionales, entre los que figuran aventureros y buscadores de tesoros, productores de cine, escritores, expedicionarios y también miembros de una hermandad mística-religiosa llamada Rahma, que afirman haber entrado en contacto con extraterrestres frente a la pared de los petroglifos, probablemente bajo el efecto de plantas alucinógenos como la ayahuasca.



Los miembros de la comunidad nativa de Palotoa Teparo consideran a Pusharo como territorio de sus ancestros e interactuaban con los petroglifos todavía hasta hace pocos años atrás en el marco de sus rituales vinculados a acontecimientos de caza colectiva de animales silvestres. El estudio de los petroglifos de Pusharo requiere ser continuado, profundizado y ampliado a zonas contiguas a Pusharo donde podrían existir otros sectores con grabados actualmente cubiertos por la vegetación. Estas figuras grabadas cubren una pared rocosa de una cincuentena de metros de longitud, sobre una veintena de altura, orientada este-oeste. Un detalle importante si se considera la función jugada por Inti, el Sol, en la civilización inca. Varios Soles por otra parte están representados sobre la roca. Uno de ellos domina todo el sitio, a cuatro metros de altura. Un sol en espiral, como a su cenit. Un otro Sol, aún más enigmático, no es observable que en un momento bien preciso del día... ¡antes de desaparecer como por magia! Colocado a la izquierda del precedente, parece representar un "sol poniente". Quizá una dirección...



Curiosas caras pueblan también estos petroglifos y desafían la imaginación. ¿Designaban a una población? Aquélla que pobló antes la región. ¿Se trataba del censo de esta población? Se observa aún la omnipresencia de figuras escalonadas, o en "escalera", tan comunes a la cultura inca. Algunos recuerdan tumis, hachuelas incas utilizadas en la vida diaria, religiosa incluso médica. A menudo también, algunos largos trazados sinuosos parecen figurar el curso de ríos amazónicos o la silueta de montañas. Se puede ver también una figura espléndida con la forma de un serpiente: se trata quizá del Madre de Dios (quién se llamaba, en quechua, Amarumayu, es decir el Río Serpiente). Se sitúa a la extrema derecha de la pared. Arriba del cual parece nacer un tercero sol. El de la mañana (¿el este?), decorado con cuatro rayos.




¿Qué representan estas figuras perdidas en la selva a cientos de kilómetros del mundo habitado? ¿Se trataría de un "mapa geográfica memoria" de una región precisa? Pero, en este caso, ¿de qué mapa se trataría? ¿Y sobre todo de qué zona? ¿Los petroglifos de Pusharo eran una mapa para conducir a los viajeros de la época heroica de los Sapa Incas hasta la legendaria ciudad de Paititi? Una cosa está segura: los petroglifos de Pusharo no fueron grabados allí por casualidad. Algunos elementos de la cultura inca están representados ampliamente allí, mientras que otros parecen estar vinculados a una cultura amazónica de origen desconocida.

Desde el 2001, Thierry Jamin, arqueólogo y explorador francés, dedica sus trabajos a la interpretación de los petroglifos de Pusharo. Durante sus últimas campañas de investigaciones descubrió nuevos petroglifos, extrañas cruces y la cara enigmática de un hombre barbudo cuyo el frente es ceñe de la maskapaicha, la franja imperial de los Incas. ¡Muy curioso! Aún más inquietantes, son varias secuencias de "dibujos abstractos", quiénes parecen figurar a una antigua escritura. Eso se asemeja un poco a unos "cartuchos" egipcios. Para Thierry Jamin, Pusharo podría constituir la "piedra de Roseta" de la civilización inca. El arqueólogo francés redacto el primer estudio de envergadura consagrado a los petroglifos de Pusharo, con un prefacio de Nicole y Herbert Cartagena y la propuesta de un plan de manejo del sitio de Pusharo por parte del arqueólogo cusqueño Raúl del Mar Ismodes. Debemos tomar conciencia hoy en día del valor arqueológico excepcional del sitio y adoptar las medidas urgentes para protegerlo.
Ubicación y acceso

Pusharo está ubicado en la cuenca media del río Palotoa, distrito y provincia de Manu, departamento de Madre de Dios, suroriente del Perú, a una altura de 529 m.s.n.m., dentro del Parque Nacional del Manu, integrante del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SINANPE), bajo la jurisdicción y tutela del Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA). Según la nueva zonificación del Plan Maestro del PNM actualizado (INRENA/Pro-Manu, 2004), Pusharo forma parte de la Zona Histórico-Cultural del PNM, que abarca 18252.68 has y se encuentra localizada en el sureste del área protegida.




El acceso desde el Cusco es por la carretera de penetración a la selva. Pasando por el pueblo andino de Paucartambo y los centros poblados amazónicos de Pillcopata y Salvación, se llega, tras un recorrido de unas 7 horas en vehículo particular, al km. 250, en el que se encuentran el embarcadero de Santa Cruz y un Puesto de Vigilancia del PNM, en el que deben registrarse los visitantes, autorizados por la Jefatura del PNM en el Cusco para visitar a Pusharo. El viaje prosigue en "peque peque" (bote de madera con motor de dos tiempos), siguiendo primero, río abajo, el Alto Madre de Dios, hasta cerca del poblado y misión dominica de Shintuya; luego se surca el río Palotoa hasta el Tambo Palotoa, en la margen izquierda, donde se puede pernoctar, previa coordinación y pago al representante de la comunidad encargado del albergue. Si el caudal lo permite, se puede llegar el mismo día hasta el refugio Pusharo, ya en el PNM, y surcar o caminar al día siguiente hasta el pongo donde se encuentran los petroglifos. En estiaje, el viaje en bote termina en el Tambo o, río arriba, en la desembocadura del tributario llamado Avaroa (lugar también conocido como Rinconadero), donde existe un conjunto de casas pertenecientes a un grupo familiar matsiguenka llamado "Japón". Desde aquí el trayecto por tierra demanda tres horas de camino a pie hasta Pusharo, siguiendo el lecho del río Palotoa.